Alguna vez realizando cierta reflexión, pensando
cosas sobres la raza que habita este
mundo logre evidenciar algo que ciertamente a muchos no les agradaría y
llegarían de cierta forma a sentirse
ofendidos y consiguientemente buscarían y buscan la forma de disipar su enojo y
claro que lo harían y lo harán con violencia física o verbal o de cualquier
otro tipo, sin embargo no podemos dejar arredrarnos, no podemos sentir miedo
por tales o cuales reacciones, la valentía que sentimos en nuestro interior es
lo único que poseemos para enfrentar a quien está interesado o interesada en
detener nuestro accionar.
Cierta
ocasión un Maestro me pregunto de forma espontánea y directa, con candidez
infantil ¿Cuál es tu tesoro más valioso? a lo que io respondí “mi tesoro más
valioso lo tengo aquí”, señalando al mismo tiempo con mi mano derecha mi
cardias, es ahí donde radica, donde mora aquél que me da la fuerza y la
valentía para jamás dar un paso atrás, para jamás apanicarme ante situaciones
de violencia, tanto en lo físico como en otros planos de conciencia; con el
entendido al referirnos a la violencia no solo a aquella que hiere o lastima
físicamente sino a aquella violencia que se manifiesta alterando todo tipo de
situaciones, pensamientos, acciones y sentimientos, con la gama infinita de
egos que se pueden manifestar en determinado momento, si es que no se esta en
estado de permanente vigilia; siendo asi las cosas entonces es que nos
atrevemos a escribir aquello que llega a la conciencia, sea pues lo que debe
ser, aquél que quiera nuevamente volver a SER lo entenderá y el que no,
entonces que continué siendo esclavo de su ignorancia, de sus apetitos, de sus
golosinas, de las sensualidades y perversiones, de la debilidad de su propia
carne.
Reflexionando posteriormente en mi respuesta comprendí
que para la gran mayoría mi tesoro más valioso talvez no valdría ni un
cacahuate, tal vez no valdría para ellos siquiera el esfuerzo de acuñar moneda
alguna, esto es cierto.
Sin embargo, para para aquellos que buscan o que
ya obtuvieron su gran tesoro, este es tan valioso que vale más que todos los
metales y joyas físicas de cualquier planeta juntos.
Todos y cada uno de nos durante toda nuestra
existencia y a cada instante tomamos decisiones, reflexionando en ellas o no,
pero de todas esas decisiones buenas o malas, correctas o equivocadas que se
transforman en acciones buenas o malas, equivocadas o correctas, habremos de aceptar
las consecuencias buenas o malas, debemos aceptar conociendo o no las
consecuencias; es más, sufrimos tales consecuencias sin saber que ese
sufrimiento es consecuencia de decisiones pasadas.
Atreviéndonos a ir más allá podemos afirmar que
muchas veces sabemos a qué se deben nuestros padecimientos sin embargo nos hacemos los desentendidos, buscando la lastima
y el contubernio de aquellos que supuestamente nos “entienden” y nos
“apapachan” con voces melosas y aduladoras.
Muchas
veces ignoramos o mejor dicho; muchas veces nos gusta ignorar que fuimos nos
mismos quienes en forma determinante inferimos e influenciamos en este tiempo o
en otros tiempos pasados para que nos auto atormentáramos con esas
consecuencias “buenas” o malas, adicionando en el futuro, en cada una de ellas
siempre eventos o acciones que son consecuencia de nuestros aciertos o equívocos.
Resulta horriblemente paradójica la mente de
esta raza actual, porque ciertamente se atreven a ver las virtudes como
perversiones y a las perversiones como
virtudes e irracionalmente viven con esa idea, no se dan cuenta que realmente
están muriendo por causa de ellas, no comprenden que su materia muere a cada
instante, mucho menos entenderían que lo único valioso en su interior por su
tenaz contubernio con su propia perversidad y con la maldad circundante y por
decisión propia o por ignorancia se encuentra muerto y sepultado; si conocieran
el misterio de la resurrección intima otro gallo cantaría; no entienden que
aquellos fardos que viven dentro de ellos los conducen a la auto destrucción,
“eso” se llama destrucción y es destrucción, no le importa acabar con todo lo
que encuentra a su alrededor, mucho menos le importa aniquilar a la materia que
tácita y ciegamente le sirve, “eso” se llama ego.
La paz que debería vivir en su interior para
poder exteriorizarla a los demás no la
conocen y su luz interna se encuentra apagada, se encuentran en las tinieblas,
viven en tinieblas y si por un momento fugaz alcanzan a distinguir un rayo de
luz; se mueren de miedo, de miedo al cambio y prefieren continuar en la
penumbra y oscuridad de sus vidas; viven en la violencia dando tras pies en las
tinieblas, y sin embargo ciegamente creen que viven de forma correcta,
ciegamente aceptan vivir como creen que es vivir la vida, porque solo conocen
esa vida; pues solo saben vivir por
vivir, sin tener la menor idea de cómo se debe vivir y mucho menos comprenden que
es la vida y sobre todo para qué es que la tienen y para qué es que les fue
dada.
Es por todo lo anterior que se menciona y con
certero conocimiento de nuestro objetivo que podemos afirmar que la actual raza
aria, “haría” toda su labor solar y no la hizo, no la está realizando; esta
raza equivoco el sendero, tomo el camino erróneo y transita sin conocimiento de causa alguna en
una espiral descendente y decadente, donde las tinieblas para ellos es la luz y
la luz un error, su inconsciencia los obliga a despertar en el mal y para el
mal.
Esta raza orgullosa y soberbia se jacta y ufana de
su evolución y IO pregunto ¿cuál evolución? Acaso hay evolución en matar con
armas primitivas o sofisticadas, ¿hay evolución en asesinar miles de gentes con
armas que tienen un costo monetario exorbitante? ¿hay evolución al dejarse
llevar y dominar por su instinto animal?; ¿hay evolución al permitir ser
manipulados por aquello que nos atormenta, por aquello que nos hace vivir en el
error y que incógnitamente nos domina?
Esta raza ciega e ignorante goza vivir en el
error, porque su vida misma es un error, no se dan cuenta que todo a su
alrededor son solo ilusiones, golosinas que una vez consumidas los incitan a
seguir consumiendo más y más; esos hilos que mueve el titiritero los obligan a
ver todo lo que les circunda de forma subjetiva, esas golosinas los obligan a ver
una falsa realidad, donde todo según su falsa percepción es perfecto; los
obliga a sentir que no requieren
absolutamente nada de la divinidad, mucho menos de persona alguna; así las
cosas son para aquellos que se dejan engañar por el error que vive en ellos.
¿Qué pasa cuando el llanto y el sufrimiento llegan?, en ese momento recuerdan a
Dios y quieren que el solucione lo que ellos mismos por su ignorancia y ceguera
provocaron, sienten que su dios a conveniencia no les ayuda, no les hace un
milagro; se irritan, llenos de ira, llanto, angustia y desesperación le
increpan, le retan; cuando al que deben retar y enfrentar es a ellos mismos.
Esta raza torpe ignora que se encuentra
envilecida y turbada por sus propias decisiones y acciones, la torpeza en su
diario existir es imperceptible para ellos mismos, a tal grado la ignorancia
los gobierna que los convierte en una raza torpe, que sabe que tienen vida pero
no saben qué hacer con ella; ignoran para que tienen vida; torpemente llegan a
la equivocada conclusión que si tienen vida es para acumular riquezas
materiales, para obtener poder y tener gente a su servicio; para gozar con
desenfreno de sus golosinas sexuales; torpemente creen que solo tienen la vida
para crecer físicamente, reproducirse adquirir riquezas, propiedades y al final
morir, eso es todo. Eso es haber tenido una existencia torpe y sin sentido,
llena de ignorancia y de deseos insatisfechos.
Este adefesio de humanidad, cree que su fealdad existencial
es una belleza y que viven en el paraíso, este es su paraíso lleno de
comodidades y de un supuesto bienestar material, todas estas distracciones los
obligan siempre a pretextar una variedad inverosímil de motivos para no hacer
la labor del SER; para olvidar NACER nuevamente, no comprenden lo que es el
volver a nacer como le fue dicho a Nicodemo.
Esta humanidad es aquel pueblo que firme y
amorosamente era educado por su Dios para mediante la purificación de sus
materias fueran capaces de emprender el anhelado retorno al hogar paterno pero
miserablemente decidieron traicionarle, desobedeciendo sus preceptos e
inclinándose, arrodillándose, mostrando así sumisión al amo de la oscuridad y
de la necedad, por consiguiente; debido a su equivocado accionar se hicieron
merecedores y acreedores a todas las amarguras y desdichas que padecen en su
diario existir; sin duda nunca faltan aquellos que culpan a Dios de su
infortunio, de sus lágrimas, de sus desgracias; así como también hacen acto
de presencia aquellos “valentones” que
se atreven a retar a su creador de igual forma culpándolo de todas sus
desgracias, olvidando que cuando tenían su bienestar material fueron capaces de
negarlo, fueron orgullosa y soberbiamente capaces de negarlo, afirmando que no
le requerían y cuando llegado el momento les toca sufrir y llorar, reniegan,
blasfeman y llenos de ira y dolor se atreven a retar a quien no requerían.
Hacen uso del libre albedrio según sus intereses,
cuando creen les conviene; bueno, pues sean valientes y hagan frente a las
consecuencias de haber tomado decisiones equivocadas. No es válido culpar a
algo o a alguien más de nuestras acciones, no es válido culpar a algo o a
alguien más de nuestra forma errónea de
ser. Pero claro que lo valido, lo correcto para la gran mayoría de estas gentes
y la gran mayoría de las veces es relativamente amoldado según el momento de su
existencia y según convenga a sus intereses, pues cuando les conviene dicen
hacer uso de su libre decisión y cuando no, culpan a quien siempre ha estado a
su lado ignorando estos siempre su presencia.
Otro seria el resultado si la tonalidad de esta
humanidad vibrara armoniosamente cada vez más en octavas superiores, su
auténtico anhelo seria que la paz viviera en su interior y hacer que su luz
interna se transformara en un sol resplandeciente de amor y vida Eterna.
Viendo las cosas y formas que suceden en la
actualidad; lastimosamente su realidad
es tristemente un adefesio y una
aberración.
Se olvidaron del SER y gozan adorando al no ser,
crucifican, asesinan, matan a su SER interior, glorificando a los verdugos que
les quitan la vida, besando los pies de aquellos que los atormentan y esclavizan.
Para colmo de los colmos se creen felices y libres, confunden libertad con
libertinaje, creen equivocadamente que el dinero, el poder, el bienestar o que
al realizar todas sus perversiones sexuales, abusando de toda su potencialidad
es la felicidad.
Un maravilloso ser en cuyo interior mora su luz clarifico el significado del AMANECER Y
acertadamente nos dice que amanecer es “amar nacer”, amar nacer siempre y a cada
instante, amar nacer haciendo la obra maravillosa que el SER interior de cada
quien y de cada cual pide y que pacientemente en todos y cada uno de nos, espera
la realización de su divino desiderato.
Es así como entendemos que “el milagro de un
amanecer” que se presenta con un glorioso SOL naciente, también es el milagro
de un amanecer entendiéndolo y comprendiéndolo como “Él es el logro de amar hacer
lo que pertenece y es del SER”, porque Él es nuestro SOL NACIENTE, que cada día
bondadosamente nos otorga sin prejuicio alguno, su luz y su vida.
Esta raza “superior”, “inteligente”,
“evolucionada”, “sabía”; cree que sin el menor esfuerzo, sin la más mínima
labor en el Ser, de un momento a otro alcanzaran niveles superiores de
conciencia; se auto engañan y viven “felices” con su propio engaño, viven
engañados ignorando que están siendo engañados, esto es lo peor que pueda
pasarnos, vivir engañados de nuestras propias mentiras, vivimos engañados de
nuestros propios pretextos para evitar a toda costa conocer y vivir en la luz,
con la luz y por la luz.
En forma simple y llana diremos: que por estar
sumergidos en las tinieblas de sus apetitos y pasiones; las personas tienen
miedo, terror de conocer su verdad interna y sienten pavor, huyen atemorizados
y despavoridos cuando en un instante fugaz son capaces de percibir la luz del
SER, la luz que emana gloriosa de su propio SER; huyen porque están a gusto
viviendo prisioneros en la inmundicia de sus propias gulas insatisfechas por
las miserias que con avidez famélica devoran, sin dar asomo que esas mismas
inmundicias y miserias con violento desprecio son arrojadas por sus verdaderos
amos.
Válgame la idea que cruza rauda por mi mente al
comparar al despavorido con cierto animal que vive prisionero en la inmundicia
y que con gula devora lo que su amo le arroja y que sin miramiento tambien se
atreve a consumir su propia suciedad.
Sin duda alguna por tal comparación me hare
acreedor a criticas de todo tipo, y criticaran aquellos que se sientan dolidos
o aludidos; sean pues bienvenidas pues nada afectan cuando son expelidas por
lenguas de perversidad bífida y de santurronería hipócrita que por un lado
ruegan a la Divinidad y por el otro temen encontrarle.
Somos incapaces de entender que estamos siendo víctimas
del más perverso de los desfalcos, pues aquel que nos esclaviza nos da espejos
y nos roba nuestro gran tesoro, nos da la ilusión, la fantasía y nos quita lo
real, nos quita lo único valioso que en nuestro interior tenemos el cual con
paciencia infinita aguarda el momento en que decidamos retomar el sendero del
amor, de la verdad y de la auténtica libertad.
La peor burla de la que somos objeto y la peor ironía
que padecemos radica en ignorar que con el auténtico amor podemos lograr ser
morada y moradores de ese algo superlativo que es auténticamente verdadero y valioso
en cada uno de nos, ese algo es nuestro SER.
No se duda que lo que aquí se dice y escribe
pueda provocar en alguien o en algunos burla, ironía, ira, desdén; lo realmente
interesante es que fueran capaces de ver, observar y meditar en el por qué ese
sentir, si son provocadas estas emociones por lo que se escribe o es porque hay
algo más allá que no alcanzan a vislumbrar.
En cierto comentario mencionaban la grandeza de
la obra del venerable Maestro Samael Aun Weor, mencionaban que como seres
humanos solo nos queda hacer lo que se pueda pues somos tan pequeños para
aspirar a cosas más grandes.
Si, la grandeza de la obra del Maestro Samael es
cierta, en lo que si no estoy de acuerdo es en esa falsa modestia para hacer
las cosas que nos faltan por hacer, pero que no logramos hacer porque somos muy
pequeños o porque nos hace falta mucha labor espiritual, sino es ahora entonces
¿Cuándo?¿en otra existencia?, ¿tan seguros están de tener otra existencia?¿por
qué no hacerlo ahora?¿por qué debe ser siempre después y no ahora?
Lo que hace falta es enfrentar el miedo que
continuadamente nos pone trabas de cualquier índole para impedirnos nuestra
resurrección mística.
Lo que hace falta es dejar esa falsa humildad.
Lo que hace falta es dejar ese angustiante
sentimiento de inferioridad.
Lo que hace falta es dejar de auto compadecernos
y auto considerarnos débiles, tontos o inferiores.
Lo que hace falta es dejar de sentirse
inferiores e incapaces de realizar nuestra gran hazaña.
Lo que hace falta es dejar esas poses y frases
de falsa modestia y aplicarnos en lo que atañe a nuestro ser y de esa forma
erigirnos como seres auto realizados.
Lo que hace falta es dejar esas buenas
intenciones y con el verbo en gerundio aprestarnos a la acción.
Lo que hace falta, es de una vez por todas y
definitivamente dejar de buscar poderes, riqueza y bienestar aprovechándonos de
la sabiduría gnóstica, la auténtica sabiduría gnóstica aplicada en forma idónea
no es para esto.
Lo que hace falta es dejar de pretextar con una
y mil excusas nuestro nacimiento segundo y realizar de forma cotidiana la eliminación del ego.
Lo que hace falta es tomar en serio la
liberación de nuestra conciencia.
Lo que hace falta es voluntad y valentía para
terminar de una vez con el ego.
Lo que hace falta es tener la fe del tamaño de
un grano de mostaza para realizar nuestra propia exploración psicológica y con
ello la eliminación de esos fardos y taras psicológicas que nos dominan.
Lo que hace falta es dejar de mentirnos a
nosotros mismos.
Lo que hace falta es dejar de mariposear con
bellas ideologías pero que nada tienen que ver con la auténtica sabiduría, que
nada dicen y mucho menos nos guían hacia nuestra auto liberación.
Lo que hace falta es dejar de anhelar como algo
muy lejano nuestra liberación y hacer nuestra auto liberación aquí y ahora.
Lo que hace falta es valor para enfrentar a
nuestro peor enemigo, para enfrentarnos a nosotros mismos.
Lo que hace falta es dejar de pretextar el auto
conocernos usando aun a la misma enseñanza gnóstica.
Lo que hace falta es acabar con el titiritero
que domina nuestra existencia y una vez hecho esto, tomar cada uno de nos, las
riendas de nuestra existencia de acuerdo a la voluntad de nuestro Glorioso
Padre-Madre interior.
Lo que hace falta es usar nuestra capacidad para
transformarnos en hombres, dioses, ángeles o titanes.
Lo que hace falta es encontrarnos para hallar el
lugar primigenio del cual provenimos.
Lo que hace falta es tener fe para reconquistar
nuestro original y primigenio estado.
Lo que hace falta es entender y comprender que
nada nos falta; que tenemos todo para re-evolucionarnos.
Lo que hace falta en verdad es sincerarnos con
nos mismos y meditar si es que en realidad queremos auto realizarnos o
simplemente queremos seguir viviendo ignorando nuestra autentica verdad.
Con infinito amor para todos vosotros.
QUE LA AUTENTICA PAZ VIVA EN VOSOTROS Y HAGA DE
VUESTRA LUZ UN SOL RADIANTE Y PLETORICO DE
AMOR, SABIDURÍA Y VIDA ETERNA.
ZARAKIEL UL RAM.
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